Dejar ir también es amar, es un acto de amor.

 

No todas las hermosas relaciones terminan trágicamente, quisiera decir que si, pero no es así, muchas veces son maravillosas y aún así deben terminar. 

Despedirse es de lo más triste que uno debe hacer, y lo entiendo perfectamente, a nadie le gusta decir adiós, o escucharlo (mucho menos escucharlo). Pero cuando uno ya no se siente feliz con una persona, solemos respirar al decir adiós.

Por más difícil que sea, sabes que es mejor alejarse, irse, despedirse, tomar la decisión y no volver a ese lugar.

Pero hay otro rostro, cuando te dicen adiós, y tienes que alejarte, aun estando enamorado, aun queriendo luchar, debes aceptar ese dolor profundo, esa decisión. 

Cuando terminamos una relación siempre nos aconsejan llevar en el corazón los días felices y en la mente los días malos, recordar siempre lo malo para poder llevar el mal momento que estas pasando y poder superarlo y con firmeza no regresar al lugar del que has sido expulsado a la fuerza. 

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Pero siempre se puede, cuando llevas el peso de ese dolor, parece todo gris, pesado, oscuro, sin vida, pero debes recordar esto, cuando más difícil es el camino siempre llegamos a un lugar mejor.

Te preguntas un sin número de cosas, no entiendes ¿Por qué?, ¿En que fallé?, ¿Qué hice de mal? pero cualquier ruptura tiene siempre un origen parecido.

La respuesta son sus metas, por más que se quieran, tienen metas diferentes y no hay nada más fuerte que el amor propio. En las películas siempre se manifiesta que el amor es ir detrás de esa persona y sus sueños, pero no es así. Lo terrible de estas decisiones es la frustración, las frustraciones tarde o temprano se acoplan a una relación y los reproches salen a la luz.

Puede que todavía tu pareja te quiera, si es que realmente te lo ha dicho y es coherente con lo que dice. Pero amar a alguien no siempre es estar a su lado para siempre. Hay personas de vuelos, que continúan solos, otros acompañados, pero es mejor ser honestos y no prometer un futuro que no se dará.

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Dejar ir, también es amar, también es un acto de amor.

Y aunque esto ya lo has escuchado, siempre quédate con los lindos recuerdos y perdona. Tarde o temprano te darás cuenta que gracias al terminar una relación, pudiste conocer a otras personas que aunque no se quedaron fueron una parte hermosa de tu vida, de la cual hay que seguir aprendiendo.