El se fue, yo lo deje ir, pero porque me destruía saber que no cambiaría su manera de pensar. Lo deje ir porque me quiero ver sonreír y no estar todos los días con la incertidumbre de que me vuelva a ofender, a humillar y no respetar.
Lo deje ir porque el amor que me tengo es más grande que aguantar malas actitudes, lo deje ir porque me aburrí de su situación, de rogar que se quedara cuando se iba y de decirle que se vaya cuando venia.
Lo deje ir porque quien te ama no te dispara directo al corazón con todas las palabras equivocadas, de volver cuando ya estabas mejor, de todavía pintarte escenas de amor cuando ni siquiera sabía si quedarse contigo.
Lo deje ir porque desde el momento que me engaño, supe que no me amaba, ¡si! No hay que dar otras oportunidades, eso me quedó muy claro, ya que al segundo intento, perdí la razón, perdí la vida. Pero lo deje ir.
Lo deje ir, todavía pensando en
cuantas veces le ayude, como cuando se choco y estuve ahí, cuando no podía con
su carrera de maestría, ahí estuve ayudándolo, cuando perdía la razón por algún
trabajo, ahí estuve, cuando la gente lo ofendía, yo lo miraba y sonreía.
El me amo, yo lo ame, pero ahora
sé que el amor no es para siempre, el cambió, yo cambie y todo se destruyo, ahí
fue cuando después de tantos días sin dormir, sin comer y sin saber, lo dejé
ir…
Y no, no te he olvidado, solo que
te dejo ir por amor…
Texto: LC