Un año soltera y todo lo que aprendí es maravilloso

Tener un espacio a solas siempre resulta reparador y te prepara para algo mejor.



Hoy cumplí un año soltera: una querida amiga me aconsejaba no hacer tanto alarde de eso, pero para mí es un asunto digno de celebrar porque han sido 365 días de lecciones. Para mí, que había tenido novio desde muy chica, la soltería ha resultado reparadora y encantadora.

Primero aprendí a estar sola. Antes no sabía que hacer conmigo y entonces aceptaba compañías que terminaban en relaciones que a la mera hora quizá ni quería. Ahora, prefiero gastar este tiempo conmigo, y no saben cómo se disfruta el tiempo a solas.


Tengo un crush, el chico que me encanta y que considero perfecto, me gusta lo que hace y creo que su manera de ser, digo creo, porque realmente lo he tratado poco. Pero vaya, después de ser él quien llamó mi atención, simplemente no me hace caso o sí, no sé. Ya veremos. Yo soy materia dispuesta en ese caso y concentrarme en mantenerle el camino libre me ha ayuda a amar la soledad.


No voy a negar que durante el año hice dos intentos (haciendo caso de consejos que decían que no me reservara para nadie) con chicos que por sus características llamaron mi atención, uno de ellos runner, como tenía que ser (porque a mi me encanta correr), y el otro un chico fitness, que me enseñó que el amor no se encuentra a la vuelta de la esquina.


Al final no concretaron en nada, los típicos que a esta edad no buscan formalidad y como yo sí, me tocaron la despedida. No se armó, pues. La lección: no dejarse llevar por el canto de las sirenas.


Como todas las mujeres, tengo opciones y propuestas realmente serias, sin embargo, ahora me he enfocado en aceptar únicamente aquellas que considero que realmente aportarán algo a mi vida y que me atraen físicamente, y hasta ahora, ninguna ha sido completa en ese aspecto. Tampoco se trata de aceptar lo que sea, eso es algo que también aprendí.


Al final estoy bien así, confiando, aprendiendo y quizá en ese camino, el chico de mis sueños se decida ya. Si no, pues no pasa nada, me apura más ganar dinero para las croquetas y las carreras. Ya pasará, si tiene que ser.


Amor correr, mi trabajo y trato de sacar mi pequeño imperio a flote. Adoro a mis perros y han sido los más leales compañeros de noches pelis y aventuras.


También aprendí que de amor no te mueres, es cierto, a no extrañar a nadie los domingos y a disfrutar de mi compañía.


Del último, ya ni me acuerdo. Era divorciado, y además de que todavía sentía algo mas por la ex esposa, terminó prefiriendo la compañía de una antigua novia veracruzana; eso no fue el problema sino toda la lista de mentitas que me inventó para tratar de disfrazar la situación. En fin, fue un mal rato, una mala experiencia que también me enseñó a que no todo lo que brilla es oro.


Confieso que me encanta el amor romántico y pese a lo mucho que he aprendido a disfrutarme a mi misma, si espero con ilusión una pareja que me complete en todos los sentidos de la vida, con la que pueda viajar, crecer y disfrutar de la vida. Sin embargo, ya tampoco tengo miedo a quedarme sola; estoy segura que todo vendrá en el momento justo.


En fin: feliz aniversario de soltera a mí.


By:  Laura Trejo

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