Una mujer que ama, nunca está preparada para que le engañen

Se sufre demasiado por amar, por amar a alguien que tuvo la cobardía de engañarte.


Terminar una relación es casi como enfrentarse a la muerte de un ser querido, se le compara al proceso de duelo que se vive ante este terrible hecho de la vida. Se atraviesan varias etapas, se experimentan diferentes emociones y no necesariamente de forma lineal: culpa, tristeza, enojo, negación, aceptación...



Puede ser un proceso duro de vivir en soledad. No dudes en pedir ayuda; puede ser un amigo, un familiar o incluso un profesional. Si eres una persona con fe o creencias religiosas, refugiarte en el aspecto espiritual en definitiva será de gran ayuda. En una situación de infidelidad pareciera que el que engaña es el “vencedor”. Se retira feliz y victorioso, mientras que el engañado es el triste “perdedor”.


La persona que te engaño no merecía tu confianza. Tarde que temprano lo iba a hacer, finalmente lo ha hecho y esta es la oportunidad para sacarla de tu vida.


Toda situación por la que atravesamos, sea buena o sea mala, nos deja una experiencia, un aprendizaje de vida. Después de este trago amargo probablemente tengas más herramientas para elegir a tu próxima pareja, o advertir si las cosas no andan bien en tu siguiente relación.


Por lo tanto, si pasaste por esto no estás sola, y si otros han continuado adelante con su vida, tú también puedes. Recuerda bien estas palabras (hoy tal vez no tengan sentido, pero un día lo tendrán): perdiendo, se gana.

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