Cualquiera de nosotras puede hacer cambios para convertirse en una mujer empoderada y así lograr sentirse realizada y feliz.
¿Verdad que no sientes el mismo grado de autoestima en unas áreas que en otras? Quizá te sientas muy buena hija pero regular pareja o amiga. Pues lo mismo ocurre con el empoderamiento.
Para empoderarse en tu día a día tienes que cuestionarte lo siguiente:
1. ¿Cuidas de tu salud física y mental?
Todos necesitamos tiempo para recargar pilas y seguir avanzando ¡somos seres humanos no máquinas! El tiempo dedicado al ocio, el esparcimiento y el descanso son necesarios para sentirnos renovadas.
Durante ese tiempo le damos la posibilidad a nuestra mente de que se relaje y pronto pueda traernos nuevas ideas y más inspiración.
Sabrás que hay emociones que construyen y otras que definitivamente te alejan de los resultados. La estructura interna de cada quien necesita ajustarse a cada momento. Si te entrenas, vas a poder vivir en un estado de fluir permanentemente para atravesar mejor incluso los momentos más difíciles.
Cuando te conoces bien puedes enfocarte en todos esos talentos, habilidades, cualidades y valores que hacen de tu persona algo único y especial.
Centrarte en todo esto hará que te ames más, te valores más y construyas la confianza necesaria para impulsarte a conseguir todo lo que deseas.
2. ¿Te consideras una "Víctima?
Ser una persona empoderada implica asumir la total responsabilidad de tu vida y todas tus decisiones. El poder personal es algo indelegable. En tu construcción, por más que influyan los entornos y contextos socioculturales donde la persona se desenvuelve, lo más importante es la fortaleza interna y la superación de una aparente debilidad.
Enfocarte y cumplir con todos los objetivos que te propongas conseguir te harán sentir fuerte y reforzarán tu confianza automáticamente.
Al contrario cada vez que postergas o procastinas todo lo que tienes que hacer vas perdiendo energía y te hace sentir que no eres capaz de cumplir.
3. ¿Identificas tus fortalezas?
La mayoría de las personas viven enfocadas en las debilidades. Sin embargo, al estimular y reforzar tus fortalezas se logra un mayor equilibrio emocional que es el ecualizador apropiado para armonizar la vida.
4. ¿Aceptas los cambios?
Una persona empoderada sabe que la transformación y los canbios son propios de la condición humana. En vez de resistirlos los asumen como retos que les aporten nuevas experiencias de vida para seguir creciendo.
Poner demasiadas expectativas o esperar que todo ocurra de la forma que esperas no es del todo conveniente.
Si las cosas no salen como las esperas, te vas a sentir frustrada. En cambio si eres más flexible y abierta podrás ir adaptándote con mayor facilidad a los imprevistos que aparezcan en el camino.
Dime, ¿Que te hace falta para ser una mujer empoderada?