Entre tantos habitantes de la ciudad, te encontré a ti.
Entre todas las circunstancias que me pasaban, me pasaste tú, justo adelante mío. Como si el futuro podría ver, entre tantos días, entre tantas horas, justo tú pasaste frente mío y justo te ví.
Entre tantas lecciones para aprender, viniste tu a enseñarme que aun sigo equivocándome en muchas cosas. Viniste a crear un caos en mí, porque encontré la calma que tanto esperaba, la tranquilidad de no sentir nada por nadie, pero llegaste tu a estropear todo eso.
Llegaste a revolver las mariposas que pensé ya no quedaban más, viniste tu a alimentarlas y están tan alborotadas por tu presencia. Contentas porque estar dormidas no eran lo suyo.
Entre muchas personas, solo a ti me pude abrir mentalmente, sin ser juzgada, sin crear comentarios o malos significados. Creeme que cuando te digo que estaba tranquila y que eso era mi prioridad, ahora solo me quiero quemar, contigo.
Entre tantos labios que pude besar, solo pude besar los tuyos, como si el tiempo me cuidaba para ti. Para mi las preguntas y respuestas ya no tenían sentido, las preguntas en mí habían acabado, pero tú... pasaste al frente mío, y tengo tantas por hacer.
Entre todos, apareciste tú, un gran enigma por conocer. Pero al que a la vez, no le temo. Porque últimamente conocer almas, era reconocer que la mayoría estaban muertas.
Entre todas las cosas que pensaba sobre el amor, viniste tú a mostrarme un poco más allá de lo que ya había conocido, mostrándote tal y como eres. Con tus dudas y miedos, pero a la vez con tus ganas de quererme.
Entre todas las noches que pensaba si llegaría amar a alguien, apareciste tú regalando sonrisas, escuchando mis miedos, mis experiencias, dando respeto y cuidando mis sueños.
Entre todas las ideas de destino que se cruzan en el amor, apareciste tú caminando delante mío para regalarme otra oportunidad de poder volver a confiar.
Entre toda la pasión que podía encontrar, encontré tu pasión para amar, para besar, para tocar. Entre lo más sublime como un beso en la mano, hasta en lo más pasional.
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Entre todos los placeres, tu como nadie me diste el tuyo, y lo hicimos nuestro. Entre todas las compañías, viniste tu a tomarme la mano y a enseñarme con tus ojos a mirar mas allá de la tristeza que poseía mi ser.
y entre todos los encuentros, me encontré contigo.