Las mujeres, la competencia y la envidia

La competencia y la envidia profundizan nuestros sentimientos de disconformidad. Esto nos hace más inseguras, desconfiadas, resentidas y hasta agresivas. 


envidia mujer
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Si las mujeres en algún momento han de sanar necesitan buscar la manera de conciliar la verdad acerca de cómo han sido heridas por la competencia y la envidia y cómo ellas también han herido a otras mujeres. Cada una necesita poner de su parte. 


"Nos han educado de una manera tal que la importancia siempre ha sido puesta en los deseos y necesidades del otro, y este termina siendo el mecanismo por el cual finalmente miramos a ese otro deseando el reconocimiento que tiene y no siendo capaces de identificar nuestros propios deseos" socióloga Teresa Valdés.


He aquí algunas verdades prácticas para empezar a romper el ciclo de la envidia y la competencia entre nosotras:


Valora tus ganancias y tus logros.

Enfócate más en lo que ya has logrado en lugar de lo que no has logrado aún. Usa tus logros pasados como escalinatas hacia tus logros futuros.


Acepta a otras mujeres tal como son.

Cada mujer es única y su historia personal impactará sus decisiones y acciones. Por lo tanto ella tiene sus propias ideas, su forma de hacer las cosas y su propio criterio. Aprende a respetar eso.


Acepta que hay y siempre habrán otras mujeres que te superan en muchos aspectos.

Puede ser que tengan más talento, son más bonitas, son más amigables, más elocuentes… sea cual fuere el caso, deja de compararte con ellas. Lo que ellas tienen es de ellas. En su lugar, busca resaltar y mejorara tus propias fortalezas.


Evita hablar de otras mujeres en su ausencia.

Si no puedes decírselo a la cara, probablemente no debes decirlo. Mantener una amistad siempre debe valer más que chismear o repetir palabras necias.


No seas hipócrita.

Si sientes que fuiste herida, sé honesta. Busca una manera de confrontar personalmente a la mujer que te ofendió, haz una cita y habla con ella, llámala por teléfono, escríbele una carta. Dile exactamente cómo te sientes sin acusar ni recriminar. Después sé lo suficientemente mujer para perdonar, soltar y seguir adelante.


No incluyas a otros en tu guerra.

Cualquiera que sea el asunto personal que tienes con otra mujer es entre tú y ella. No necesitas incluir un motín de mujeres para defenderte.


Enorgullécete de ti misma.

No esperes que otros celebren tus logros. Es posible que nunca ocurra. Validate a ti misma aprendiendo a celebrar cada ganancia. Te lo mereces.


Toma el tiempo para celebrar a otras mujeres, a pesar de todo.

Las mujeres podemos reemplazar la competencia y la envidia con demostraciones genuinas de admiración por otras mujeres.


Respeta a todas las mujeres.

Para obtener respeto, hay que dar respeto. Esta es también la manera de obtener respeto y amistad.


Norka Blackman-Richards

Traducción: Dinorah Blackman de Williams

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