Esta es la historia de muchas personas que al terminar una relación de muchos años, o terminar con alguien a quien han querido demasiado, empiezan otra como si nada hubiera pasado.
Lo que sabemos es que hay que aceptar el dolor que la vida nos presenta. Puesto que hay muchas personas que al terminar una relación inmediatamente comienzan otra, idealizando a la nueva pareja y pensando que "el destino los puso en sus caminos". Inventándose un montón de historias para justificar su romance intentando engañarse a ellos mismos con una idea barata.
Pero como la frase famosa "Nadie me dijo jamás que el duelo se siente como el miedo" de C.S. Lewis, Hay personas que no son capaces de aceptar el dolor tras la perdida de una relación, cuando no se sabe estar solos y le tienen miedo a lo que viene, se atemorizan depositándolo en alguien más.
Por más doloroso que haya terminado, todo ciclo debe tener un cierre, para entender, para soltar, para mentalizar la verdad. Hacer conciencia de lo vivido, tener tiempo para ti, para volver a estar a solas, para recuperar tu espacio, para no volver a repetir los mismo errores.
Debemos dejar de depositar en otros tus miedos, la responsabilidad de curarnos y hacer daño a la nueva pareja, debemos dejar de ser cobardes y hacernos cargo de nuestros demonios y recuperarnos para volver a empezar.