Una vez me enamoré de un chico triste

Mujer en el cielo

"Hay personas que traen una tristeza innata en su mirada, en su manera de caminar y de hablar  o de profesarle a la vida siempre lo bonito a pesar de estar rotos.


Una vez me enamoré de un chico triste, tenía la mirada profunda y oscura como la noche y su voz era la más hermosa que jamás había escuchado en mi vida.


Su tristeza era tan bella que se conjugó con la mía y durante algún tiempo caminamos juntos, éramos dos locos rotos que jugaban a ser felices de a ratos, y nos comíamos el mundo hablando de nuestros ancestros, de cosas que no existían, del universo infinito e incluso de tonterías mientras nuestro café se terminaba, así como nuestro tiempo juntos.


Él siempre me hacía reír cuando yo estaba al borde del llanto y yo siempre le daba ánimos mientras lo instaba a confiar más en sí mismo.


A veces me decía bien bajito que él era mío y yo era suya, para que nadie más lo supiera para que nosotros apenas quizás nos lo creyéramos para que el tiempo y la distancia no se mofaran de ambos por lo alto..."


Jessica González/Misiles, Crónicas de un Amor Roto.

Artículo Anterior Artículo Siguiente