- Si, mi salud mental fue afectada por todo lo que tuve que soportar este año. Pandemia, rechazo, tristeza, miedo, trabajo...
- Muchas veces fui a terapia, y me preocupaba mucho mi salud mental, pero no siempre la terapia ayudaba ya que estaba encerrada entre 4 paredes, y solo quedaban mis pensamientos y yo. La ansiedad de saber que pasaría con mi vida, no ayudaba a dormir, ni a meditar, específicamente ni siquiera estar ocupada en el trabajo.
- Pero gracias al tiempo que me di para mejorar, para determinar la importancia de mi presencia para otras personas y la de mis amigos y familiares, me reconfortó... me ayudó, me saco del hueco profundo en el que estaba, y puedo decir que eso hizo que cada día mejore poco a poco y que también con mi ayuda, ahora estoy mejor.
- Pero también entendí que para pasar más allá de la tristeza, se debe tener fuerza y decisión, y eso solo lo cultivamos nosotros mismos. Los hábitos pequeños son los que te ayudan día a día, puedes comenzar con arreglar tu cama cada vez que despiertas, abrir tus ventanas para que entren la luz, y escribir pequeños objetivos a realizar diario. Pequeñas cosas que realmente son grandes...
- Y cada día esos hábitos pequeños te ayudan a salir del hoyo en el que estas, no siempre alguien nos ayudará pero si te tienes a ti mismo, eres capaz de salir por tu cuenta. Experimenta cosas nuevas como leer un libro, meditación, bailar sola o agradecer. No seas duro contigo y ve despacio, poco a poco llegas a grandes cosas.
Para una persona que siempre ha vivido paseando y saliendo de sus cuartos paredes, es difícil convivir en soledad y sobre todo aislado. Pero siempre hay que hacer cosas que nos ayuden a motivarnos y no entrar en depresión. Un consejito de una persona que también paso la cuarentena sola.
Ilustraciones de: Guada / instagram: guadascribbles