Cuando la persona corta la comunicación bruscamente, pero sigue vinculada a través de las redes sociales, esta tendencia es llamada "orbiting" la persona realiza comentarios en fotos, dando ‘me gusta’ o retuiteando sus publicaciones.
Se trata de mantenerse en su órbita, pero con mucha distancia, generando así una manipulación psicológica y una confusión. Anna Lovine es la creadora del término y expone en el artículo de ‘Man Repeller’ que se trata de mantenerse cerca para poder observar, pero lo suficiente lejos para no generar una conversación.
El orbiting es mucho más frustrante que el ghosting porque sigue diciendo “estoy ahí” pero sin estar contigo.
La primera pregunta que debemos hacernos es si este tipo de conductas ya existían en el mundo o si realmente la aparición de las redes sociales ha supuesto un cambio en el fondo y la forma de las relaciones personales.
Antes teníamos que lidiar cara a cara con esa persona, y existía el temor de reencontrarla, ya que era común conocerse en un entorno conocido, y no en una red abierta a muchas posibilidades. Pero ahora “es fácil desaparecer o hacer este tipo de crueldad psicológica como lo es el orbiting, cuando no tienes a la otra persona físicamente al lado”.
De acuerdo con las primeras investigaciones del tema, el orbiting sí puede ser una forma de llamar la atención de una persona y, por lo general, se hace cuando se quiere tener a la persona disponible, "por si acaso, me interesa más adelante retomar el contacto".
Si tu dejaste la relación:
"Si fuiste tú quién lo quiso dejar y haces orbiting, lo mejor será que silencies sus publicaciones durante unos meses para evitar herir sus sentimientos"
¿Y si eres sobre el que están orbitando?
Si te resulta muy molesto, es tan fácil como bloquear el acceso a tu perfil o silenciarlo.
Si no es muy pesado o crees que en realidad es sincero al reaccionar a lo que publicas o intuyes que va de buen rollo, no le des muchas más vueltas.